miércoles, 24 de abril de 2013

"El Río de Mis Anhelos"

Aquí está el primer capítulo de la serie de relatos "El Río de Mis Anhelos" que estoy escribiendo.
Trata sobre el cambio en la vida de un chico gay de 17 años que al decírselo a sus padres tendrá que buscar una nueva forma de vida persiguiendo lo que él quiere y todos sus anhelos pero deberá pasar varias pruebas para encontrar la felicidad y el amor que busca.
Capitulo 1: Confesiones


Diego caminaba por la calle, una calle lejos de su casa y la cual no conocía, pero no le importaba, había discutido con sus padres llegando a los golpes, el “problema” de todo, fue, el haber confesado ser Gay, un” maricón” como su padre lo llamaba mientras lo jalaba del brazo e intentaba meter a rastras al auto para llevarlo a un psiquiatra, su madre solo lloraba y luchaba contra su fijo peinado en lo que parecía ser la solución al “problema”.
 Diego había decido decirles a sus padres que era homosexual porque terminaría pronto el bachillerato y quería estudiar arte visual, por supuesto había preparado todas las respuestas necesarias a cualquier pregunta que le hicieren incluso tenia listo el  decir que era gay. Cuando Diego mencionó “Arte Visual” lo primero que salió de la habitación que se quedo en silesio por unos segundos fue:
-Que intentas decir, esa no es una carrera para un hombre, es solo para las viejas, y para los maricones, ¿me estás diciendo que tengo un hijo maricón, un puto chupa-pollas -Federico, el padre, gritaba a punto de explotar y caer víctima de un paro cardíaco por tanta ira, enojo e ignorancia
-Yo…
-Vamos dime que mi hijo no es un maricón, dímelo-Interrumpió Federico.
-Aahhh….-Diego estaba sorprendido por tan mala reacción de su padre, nunca creyó que aún tratándose de su propio hijo se comportaría así y no comprendería ni un poco su situación, pero no tenía miedo, Diego había decidido alfin liberarse de lo que no era, lo que no le hacía feliz y de lo que quería escapar. Después de tomar un ligero respiro continuó-Pues soy más que un “maricón” papá-decía con un gran tono de valentía-puedo ser un puto, puñal como quieras insultarme, pero eso no me hace menos, al contrario, me siento la persona más fuerte al enfrentarte y al hacer lo que quiero y no cubrirme con lo que los demás quieren, yo soy homosexual, soy gay ¿y que?, estoy orgulloso de serlo y de que me gusten los hombre, por eso puedo decirlo.
-A mi no me vengas con  tus ridiculeces, todo fue culpa de tus hermanas y de tu madre, siempre se la pasaban llenándote la cabeza de pinturas y maquillaje, esas cosas de mujeres que no debí que te enseñaran.
-Y ahora mi único hijo varón me sale con esto, pero te vas a componer,-Ahí fue cuando Federico tomó del brazo a Diego a punto de arrancárselo y él, trataba de librarse.
--Fue tu culpa no haber tenido más hijos, tu eres quien fracaso, si soy así ahora, es porque nunca tuve un padre con el que pasar tiempo, no aprendí nada de ti, al contrario, siempre supe que debía evitar ser tu imagen.
-Cállate estúpido.-Federico golpeó a Diego en la mejilla derecha, mientras a la fuerza avanzaban hacia la puerta.
-Diego miró a Su madre Catalina a la cara y le dijo:
-¿Tu que dices mamá?
-Ella solo lloraba y entre los llantos de tristeza pronunció:
-Haz caso a tu padre, el te quiere.
Diego quedó aún más sorprendido, aquella madre amorosa que siempre lo había apoyado e incluso cumplido  algunos caprichos de adolescente ahora le negaba toda comprensión y ayuda.
Finalmente Diego se atrevió a herir a su padre para liberarse totalmente en todos los sentidos posibles, impulsada por una gran carga de enojo y tristeza Diego soltó una patada a su padre directo en el hígado, órgano del cual, además Federico padecía hepatitis C. Su padre cayó instantáneamente y Diego aprovechó para correr y salir para siempre de ahí, su madre ni siquiera lo volteo a ver, solo ayudó a su esposo casi dando por hecho con esta acción que no quería volver a ver a su hijo.
Al cabo de cuatro horas de caminar sin rumbo en el momento que el sol pronunciaba el atardecer y con hambre, Diego paró y su mente se llenó de pensamientos, todo tipo de miedos aparecían en el por primera vez desde que había dejado la casa de sus padres,.
-¿Qué es lo que voy a hacer?, no pensé que no tenía nada, pero tampoco puedo arrepentirme ahora, de verdad es lo púnico que puedo hacer para ser feliz  aunque sea lejos de mis padres, no me querían, solo estaban…fingiendo. Creo que debo encontrar un lugar donde quedarme y un trabajo, pero no sé hacer nada, ¿Quién me va a contratar? Ni siquiera tengo documentos, si regreso probablemente me lleven al psiquiatra o a la cárcel por golpear a mi padre, ¿y si murió, no lo debí golpear tan fuerte…
Diego continuó por un tiempo más cuestionando su decisión hasta que la obscuridad del parque donde se había sentado ya tres horas antes le impedía ver hasta sus propios dedos.
-Pues si, definitivamente no puedo regresar, tengo que salir adelante yo solo, voy a conseguir trabajo de lo que sea. ¿Dónde podre comer algo?-Metió la mano al bolsillo de su pantalón y sacó los únicos treinta pesos que tenia para sobrevivir un tiempo indefinido,-Pues ni modos Diego solo puedes gastar cinco pesos para comer unas galletas, y si…. –derrepente tuvo una idea, arriesgar los quince pesos que le podrían ayudar un par de días  en un billete de lotería.
-Gracias.
A usted.-Le despedía el cajero de un autoservicio donde compró el billete.

-Bien este billete debe salvarme y hacerme muy rico.
Pensaba muy optimista cuando ya había devorado las 8 galletas del paquete que había comprado.                                       
 -¿dormiré en el parque o en esta acera? jumm jajá supongo que es bueno reírse de uno mismo. Pues mejor doy un paseo por la ciudad a ver si me da sueño o encuentro algún chico que me lleve a dormir con él.- Diego era virgen y nunca había tenido novio, ni novia, pero su vasta experiencia en pornografía de internet le daban muchos deseos de acostarse con alguien a la primera oferta. Caminó por una avenida llena de bares y cantinas que daban vida al ambiente nocturno, definitivamente Diego jamás había estado ahí, en su colonia solo había pequeñas casas y lo más cercano a diversión era un pequeño cine de tercera que proyectaba una sola cinta al día. Al llegar casi al final de la avenida y tras haberle sido negada la entrada a un club gay llamado “amour du sexe”. Decidió regresar al parque donde había pasado la tarde y que parecía el único lugar tranquilo de la ciudad.

-Shh, oye tú.
Una voz apareció que se dirigía hacia él.
-¿Quién me habla a mi?-Volteo y vi en una esquina alguien que se acercaba a él.
-Si tu amor, ¿quieres pasar una noche especial?-La luz ilumino al hombre que vestía una botas negras medias a cuadros, y un conjunto de cuero rojo con unos sexos postizos, estaba tan maquilado, tenía los ojos pintados de azul, y un lipstick rojo muy intenso, que no hacían exaltar los atributos del moreno hombre de cabellera larga y negra que intentaba ser mujer y hablaba con una voz aguda pero algo chillante.
-Vamos chiquillo, anímate.
-Me estas ofreciendo sexo.
-Cállate que no te escuchen, de verdad estas muy verde, por eso hoy te tengo una gran oferta te quitare esos deseos de niño y te convertiré en todo un hombre por 200 pesos.
-Aahhh, no, gracias.
-¿Que te crees chiquillo, que no soy suficiente mujer para ti?. Yo soy de las mejores modelos que puedes encontrar por aquí.- La drag queen reclamaba respeto a su puesta fama de “dama deseada” entre la socialité del lugar.
-No, no quise decir eso, aahhh-suspiraba una vez más en el agitado día que había tenido-No tengo dinero, me fui de mi casa porque mis padres no aceptaron que fuera gay, así que decidí sacar valor de algún lugar pero ahora no tengo a donde ir, ni siquiera tengo un trabajo, solo, voy a dormir al parque-Esta vez Diego se escuchaba desanimado y parecía que comenzaba a arrepentirse de tomar una decisión tan importante en su vida. Dio la vuelta y se apunto a marcharse del lugar.
-Mmm, chico-Con un gesto de inconformidad le grito a Diego-Vuelve, ven.
-¿Si?, ya dije que no tengo dinero.
-Escuche perfectamente.
-¿Entonces que es lo que quieres?
-Dos cosas: primera, soy Doña Rubí, señora de esta ciudad de Quibey y debes referirte a mi así, ¿entendiste?
-Sí.
-Bien. Y dos ¿Qué opinas de trabajar con nosotras en este lugar?
-Hablas…
Tss-Fue interrumpido por faltar a la etiqueta.
-¿Con ustedes, Doña Rubí?
-Bueno, sí, no todos los días doy esta oportunidad a alguien que acabo de conocer, pero ya que hoy me siento generosa y veo que eres bueno, pues te doy el privilegio….Además tienes un buen culo.
-No lo sé, ¿cree que pueda?
-Amor, este es el trabajo más placentero de todos, cualquiera que quiera disfrutar de un rico y jugoso pene  puede hacerlo. ¿Entonces que dices? Me estas quitando el tiempo.
Diego sabía que quería tener sexo ya, pero le daba un poco de miedo hacerlo con alguien que no conocía y que no amaba, solo seria sexo y no por sentir emociones por alguien más, pero el otro lado del asunto era que necesitaba dinero urgentemente, no podía pensarlo así que…
-Sí, acepto, creo que puedo y pues quiero sentir..eso-Decía ya más relajado.
 -Bien pues sígueme, tengo que enseñarte todo.
La angustia y el miedo habían desaparecido y solo pensaba tener frente a él un gran pene para devorarlo entero.

1 comentario:

  1. Wow thats very wonderful I actually have detected a replacement app what is spotify
    this app is nice and that i have started viewing it.Thanks for the assistance and suggesting the matter i'll travel with it.Keep business and writing new article.

    ResponderEliminar